El Teatro La Cúpula se transformó en el epicentro del surf rock australiano con el debut de Ocean Alley
Anoche, el Teatro La Cúpula del Parque O’Higgins se convirtió en un verdadero océano de energía positiva, los australianos Ocean Alley desembarcaron por primera vez en Chile como parte de su gira Latin America ‘25, y lo hicieron con un concierto impecable, íntimo y profundamente emocional, bajo la producción de Lotus, la banda ofreció un viaje sensorial de más de hora y media en el que la psicodelia, el groove y los sonidos cálidos del rock alternativo se fusionaron en perfecta armonía.


El alma positiva de Tiano Bless iluminó la antesala del debut de Ocean Alley
El cantautor y productor chileno Tiano Bless fue el encargado de dar inicio a la esperada velada en el Teatro La Cúpula, en la antesala del debut de los australianos Ocean Alley en nuestro país. Con una propuesta que fusiona reggae, soul y sonidos urbanos contemporáneos, el artista local conquistó rápidamente al público con su energía contagiosa y mensajes cargados de buena vibra.
Con un groove impecable, Tiano Bless ofreció un show lleno de conexión y espiritualidad, interpretando, su presentación no solo preparó el ambiente para la llegada de los australianos, sino que reafirmó su posición como una de las voces más auténticas y conscientes del panorama musical chileno actual, transformando la espera en una verdadera celebración, dejando en claro que la música con propósito sigue teniendo un lugar especial en el corazón del público nacional.


Una banda nacida bajo el sol australiano
Ocean Alley nació en las playas del norte de Sídney en 2011, forjando su sonido a partir de influencias del rock psicodélico de los setenta, el surf rock y el soul contemporáneo, con el paso de los años, su estilo se ha convertido en un sello propio una mezcla de riffs suaves, voces etéreas y atmósferas envolventes que invitan tanto a bailar como a dejarse llevar.
Su discografía incluye cuatro álbumes de estudio: Lost Tropics (2016), Chiaroscuro (2018), Lonely Diamond (2020) , Low Altitude Living (2022) y su más reciente trabajo Love Balloon (2024), del cual presentaron varios temas en esta gira.
A lo largo de su trayectoria, Ocean Alley ha desarrollado un sonido único: melódico pero potente, íntimo pero expansivo, con letras que hablan del amor, la melancolía y la conexión con uno mismo.


Un debut chileno que fue pura conexión
Desde que se encendieron las luces y sonó “Tangerine”, la emoción fue palpable, este tema, uno de sus mayores éxitos, marcó el inicio de un viaje cargado de energía hipnótica y riffs psicodélicos, la banda demostró desde el primer acorde una naturalidad impresionante, creando un ambiente íntimo, como si tocaran frente a amigos de toda la vida, el público chileno que llevaba años esperando este debut, respondió con fuerza aplausos, coros y una energía constante, disfrutando de un setlist que abarcó lo mejor de su discografía.
La banda , formada por Baden Donegal (voz y guitarra rítmica), Mitch Galbraith (guitarra), Angus Goodwin (guitarra líder), Nic Blom (bajo), Tom O’Brien (batería) y Lach Galbraith (teclados y coros), mostró desde el primer minuto una entrega total. La calidez del público se mezcló con la energía relajada de los músicos, creando una atmósfera envolvente, fue el tipo de conexión que no se puede fabricar orgánica, real y profundamente emocional.


Un setlist que viajó por todas sus eras
El concierto en Santiago fue una celebración completa de su trayectoria, el setlist reunió temas de sus cuatro discos, junto a sus más recientes lanzamientos, el repertorio basado en el setlist oficial de la gira incluyó joyas de todas sus etapas, y cada una brilló con identidad propia “Tangerine” la apertura perfecta a una noche cargada de emociones, uno de sus mayores himnos, su ritmo cálido y nostálgico, con toques soul y guitarras reverb, de inmediato encendió al público con su ritmo hipnótico y su vibra nostálgica.
Luego siguieron con “Knees” uno de los temas más introspectivos del grupo, con una letra que habla del amor propio y la vulnerabilidad, en vivo, se sintió más profundo que nunca, continuando “Life in Love” y “First Blush” dos temas de su último trabajo discográfico, que muestran la faceta más luminosa y romántica del sexteto, cautivaron al público con un sonido más maduro, texturas envolventes y armonías vocales etéreas.


Uno de los momentos más celebrados fue “Love Balloon” tema que da nombre a su nuevo disco y que cautivó con su atmósfera onírica y la voz cálida de Baden Donegal, le siguió “Left of the Dealer”, otro de los nuevos temas, con un sonido más crudo y riffs envolventes que marcaron el pulso del show, donde la banda mostró su lado más experimental.
El recorrido continuó con “Drinks & Cigars” y “Sweet Boy” un guiño a sus raíces playeras, donde el groove domina y el público se dejó llevar por el ritmo relajado, continuando con “Yellow Mellow” y “Drenched” clásicos con ese toque de funk psicodélico que los define, temas del álbum Chiaroscuro, que sumergió al público en un viaje psicodélico cargado de matices, pero fue con “Happy Sad” que La Cúpula se convirtió en un coro colectivo una oda al amor y la melancolía que refleja la esencia misma de Ocean Alley.
Para el cierre, la banda reservó sus grandes éxitos: “Baby Come Back”, “Confidence” su mayor éxito mundial, encendió el recinto con un coro masivo que hizo vibrar cada rincón, su groove inconfundible y su mensaje optimista fueron el clímax absoluto del concierto.
“Partner in Crime” y la esperada “Touch Back Down”, cerraron la noche con energía y gratitud, dejando al público pidiendo más, desataron la euforia total, fue un estallido de energía que dejó en claro por qué Ocean Alley se ha convertido en una de las bandas más queridas del circuito alternativo internacional.
Un viaje sonoro entre el surf y la psicodelia
El sonido en La Cúpula fue impecable, envolvente y cálido, permitiendo que cada detalle desde las líneas de bajo suaves hasta los solos de guitarra llenos de delay, se sintiera como una ola que abrazaba al público, las luces, bañadas en tonos anaranjados y violetas, acompañaron perfectamente el espíritu del concierto, una experiencia inmersiva que trasladó a los asistentes a una puesta de sol infinita junto al mar.
Ocean Alley conquista Chile con honestidad y buena vibra, más allá de la impecable ejecución musical, lo que más destacó fue la autenticidad., solo seis músicos disfrutando cada nota junto a un público que respondió con devoción.
El debut de Ocean Alley en Chile no solo cumplió expectativas las superó con creces, fue una celebración de la música como espacio de conexión genuina, donde cada acorde fue una invitación a flotar entre la psicodelia, el soul y el mar.
Gracias a nuestros amigos de Lotus por la invitación.
✍ Reseña Lisbeth Castillo
📸Fotos: Francisco Rodríguez
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