Mientras la dictadura nos intenta separar, LA MÚSICA NOS UNE

Han sido días de muchas emociones encontradas. Muchos teníamos ilusiones de que estas elecciones serían distintas, pero en el fondo, por experiencias previas y por la forma de actuar que venían presentando los chavistas en los últimos días, algo nos decía que nos la iban a volver a hacer, y así fue.

¿Cómo influye la situación de Venezuela en la música?

Es un hecho evidente, pero vale la pena explicarlo con mayor profundidad. Para muchos músicos, las bandas representan mucho más que una agrupación profesional; son verdaderas familias construidas sobre la pasión compartida por la música, la camaradería, y los sueños comunes. Estas «familias» musicales, al igual que muchas familias biológicas en Venezuela, se han visto profundamente afectadas por la crisis que ha atravesado el país en los últimos 20 años. La necesidad de buscar mejores oportunidades y una vida digna ha llevado a muchos de sus miembros a emigrar a diferentes rincones del mundo. Esta diáspora, impulsada por la esperanza de encontrar nuevos horizontes y garantizar un futuro más prometedor para ellos y sus seres queridos, ha fragmentado no solo las bandas, sino también las conexiones emocionales que los unían, dejando un vacío en la escena musical venezolana que aún resuena entre aquellos que han quedado atrás.

Algunas bandas han tenido la suerte de salir de Venezuela y poder establecerse en otras ciudades con algunos o todos sus integrantes, como por ejemplo:

  • Los Mesoneros: Formados en Caracas en 2006, Los Mesoneros es una banda de rock alternativo y pop-rock que rápidamente ganó reconocimiento con su primer EP «Inercia», seguido por su primer álbum «Indeleble» en 2011, el cual fue nominado a los Latin Grammy. La banda está integrada por Luis Jiménez (voz y guitarra), Andrés Sucre (batería), y Juan Ignacio Sucre (guitarra). Actualmente, residen en México, desde donde han lanzado discos como «Caiga la Noche» (2017), «Pangea» (2019), y su más reciente disco «Nuestro Año» 2024, continuando su carrera con giras por toda Latinoamérica y más allá.
  • La Vida Bohème: Nacidos en Caracas en 2006, La Vida Bohème es una banda de rock alternativo conocida por su sonido único que mezcla punk, disco y ritmos latinos. Su primer álbum, «Nuestra» (2010), fue un éxito rotundo, destacando canciones como «Radio Capital» y «El Buen Salvaje». La banda está compuesta por Henry D’Arthenay (voz y guitarra), Daniel Briceño (bajo), Sebastián Ayala (batería), y Daniel De Sousa (guitarra). Han lanzado otros álbumes destacados como «Será» (2013) , «La Lucha» (2017) y «Caribe Caribe» del 2023. Ahora radicados en México, continúan llevando su musica por todo el mundo.
  • Viniloversus: Formada en Caracas en 2004, Viniloversus es una banda de rock que se caracteriza por su sonido crudo y enérgico. Integrada por Rodrigo Gonsalves (voz y guitarra), Juan Víctor Belisario (bajo), y Orlando Martínez (batería), la banda ganó notoriedad con su álbum debut «El Día es Hoy» (2008). Con discos como «Cambié de Nombre» (2012) y «VVV« (2019) o su disco más reciente «Mi mejor enemigo» 2024, han mantenido su relevancia en la escena rockera. Actualmente, la mayoría de los integrantes residen en los Estados Unidos, desde donde continúan creando música y realizando giras. .
  • Luz Verde: Esta banda de rock alternativo se formó en Caracas en 1995 y es conocida por su fusión de rock, funk y reggae. Luz Verde ha lanzado discos icónicos como «Cinema Cero» (2008) y «El Final del Mundo Vol. 2: Nada es Imposible» (2014). Los miembros fundadores, Willbert Álvarez (voz y guitarra) y Carlos Mendoza (bajo), emigraron a Barcelona, España, mucho antes de la situación critica de Venezuela. Desde allí, han continuado desarrollando su carrera musical y explorando nuevas fronteras con su sonido experimental.
  • Rawayana: Formada en Caracas en 2007, Rawayana es una banda que mezcla reggae, ska, y música latina. Conformada por Alberto «Beto» Montenegro (voz), Andrés «Fofo» Story (batería), Tony Casas (Bajo), y Alejandro Abeijón (Giotarra), la banda lanzó su primer álbum «Licencia para Ser Libre» en 2011, que los posicionó como un fenómeno emergente en la escena musical de Venezuela. Discos como «Trippy Caribbean» (2016) y «Cuando los Acéfalos Predominan» (2021) les han permitido recorrer el mundo, incluyendo su reciente éxito con un sold out en el Movistar Arena de Santiago de Chile. Su estilo fresco y sus letras llenas de humor y crítica social los han consolidado internacionalmente.
  • Los Mentas: Desde su formación en 1998, Los Mentas han sido una fuerza del rockabilly y punk-rock venezolano. Originalmente integrados por Juan Olmedillo (voz y guitarra), Carlos Aray (guitarra), Richard Blanco (Batería), y Lucas Paredes (Bajo), la banda es conocida por su humor ácido y su sátira social. Con discos como «Taguara’s Forever» (2000) y «Unidad educativa los mentas» (2011), se han ganado un lugar en la cultura musical del país. La banda se separó en 2015, pero se reunieron para grabar su más reciente álbum «Museo de los Pillos a distancia. Este año regresaron a los escenarios con su gira «El Regreso» donde se presentaron en Barquisimeto, Valencia y Caracas. Esta gira también tenía incluido su paso por Buenos aires y por Santiago de Chile pero por la situación luego de las eleciones , esta gira fué suspendida hasta nuevo aviso.

Como ellas, también hay bandas que se separaron y no hemos podido ver su reencuentro, como puede ser el caso de:

  • Fauna Crepuscular: Fue una banda que emergió en la escena venezolana a principios de la década de 2010, conocida por su mezcla de rock alternativo con influencias del indie. Aunque su carrera prometía un futuro brillante, la situación en Venezuela y la dificultad de mantenerse en la industria musical los llevó a disolverse antes de poder alcanzar un auge definitivo.
  • Sónica: Formada en 2003, se caracterizó por su sonido pop-rock que rápidamente captó la atención en el ámbito musical venezolano. A pesar de su potencial, la crisis económica y social del país complicó su desarrollo. Los integrantes tomaron caminos diferentes en busca de mejores oportunidades, dejando en pausa la posibilidad de un reencuentro.
  • Malanga: Fue una banda de pop rock que se formó en 1998, y durante su tiempo activo, lanzaron éxitos como «Latin Lover» y «De Caracas a Madrid». Con un estilo que combinaba el pop latino con ritmos caribeños, lograron un éxito considerable. Sin embargo, la situación país hizo que sus integrantes tomaran caminos distintos.. Ultimamente han sacado algunos sencillos nuevos y asoman la posibilidad de una gira mundial en la que esperamos tomen en cuenta a Chile.
  • Charliepapa: Formada en Mérida en 2008, es una banda de rock alternativo que ganó notoriedad con su álbum «20.000 Leguas Cuadriláteras». A pesar de su prometedor ascenso, la banda enfrentó obstáculos debido a la crisis en Venezuela, que eventualmente llevó a sus miembros a tomar diferentes rumbos fuera del país.
  • Americania: Se formó en 2009 y rápidamente se posicionó en la escena del rock indie con su álbum «Sigo». Con un estilo fresco y líricas introspectivas, lograron captar una base de seguidores significativa. Sin embargo, ya van más de 10 años de su separación. En Diciembre del 2023 se reunieron en Caracas y le regalaron una noche mágica a todos sus fans quienes pudieron disfrutar de su musica en vivo de nuevo.
  • Holy Sexy Bastard: Fue una banda de rock alternativo que debutó en la escena venezolana a principios de la década de 2010, ganadores del festival nuevas bandas 2012. Su sonido experimental y su enfoque en la música independiente los hicieron destacar. La agrupación nacida en Valencia, Venezuela, ahora convertida en un dúo con Andrés Puche afincado en Toronto (Canadá) y Luis Hernández en Ciudad de México. Lo último que sacaron hace ya 4 años fué su sencillo AREPA que tal como queda claro en el video, es una descarnada denuncia sobre la destrucción de un país y el dolor que ese proceso ha causado en millones de personas.

También hay casos de bandas ya más antiguas que no han dejado de rodar por el mundo y Venezuela con nueva música, con ciertos cambios en sus integrantes, pero aún activas, como es el caso de:

  • Tomates Fritos: Una banda de rock alternativo que se formó en 1996 en Puerto La Cruz bajo el nombre Tomates Verdes Fritos. Evolucionaron hacia un sonido más maduro y experimental, fusionando folk-rock, pop y electrónica. Con cinco álbumes, incluyendo éxitos como «Hotel Miramar», han dejado una marca en la escena indie venezolana.
  • Caramelos de Cianuro: Es una de las bandas más populares de Venezuela, con un estilo que combina rock y pop. Activos desde 1991, han lanzado éxitos como «Verónica», «Rubia Sol Morena Luna» y “El Martillo”. Aunque han experimentado cambios en su formación, siguen siendo una fuerza dominante en la música venezolana.
  • Desorden Público: Fundada en 1985, Desorden Público es pionera en el ska venezolano. Con letras críticas y un sonido enérgico, han mantenido su relevancia a lo largo de los años con canciones como «Valle de Balas», «Politicos Paraliticos» y Allá cayó». A pesar de los desafíos, y con ya casi 40 años desde su formación, continúan llevando su mensaje a audiencias internacionales.

Los Amigos Invisibles: Formados en Caracas en 1991, Los Amigos Invisibles son una de las bandas más icónicas de Venezuela. Con su fusión única de funk, disco, acid jazz, y elementos latinos, han logrado crear un sonido distintivo que les ha permitido destacarse tanto a nivel nacional como internacional. Su álbum debut, A Typical and Autoctonal Venezuelan Dance Band (1995), les dio un lugar importante en la escena musical venezolana, pero fue con Arepa 3000 (2000) que lograron reconocimiento internacional, siendo nominados al Grammy Latino. La banda se mudó a Nueva York en 2001, buscando nuevas oportunidades y escapar de la creciente inestabilidad en Venezuela. Con éxitos como «La Que Me Gusta», «Mentiras» y «El Disco Anal», Los Amigos Invisibles , aunque con algunas variaciones en sus integrantes, han mantenido una presencia constante en la música, llevando el sabor venezolano a escenarios de todo el mundo. A pesar de la diáspora y los cambios en la industria, siguen conectados con su público venezolano, esperando el día en que puedan regresar y tocar nuevamente en su país.

Podemos nombrar a un sinfín de artistas, pero el punto es que, la diáspora, a las bandas que aún siguen unidas, les ha servido para que su música haya llegado a lugares que nunca creyeron que iban a tener tanta audiencia. Han sido muchos años de crecimiento internacional para ellas. Sin embargo, ahora la mayoría tiene más conciertos fuera de Venezuela que dentro del país. No porque no quieran, sino porque en Venezuela las condiciones no están dadas para que puedan ir a tocar allí, bien sea por su propia seguridad, porque no es rentable, o porque, si llega a ser rentable, seguramente es porque detrás del evento hay algún «enchufado» en la producción que luego puede manchar el nombre de la banda.

Muchos, con esta elección, jurábamos que tendríamos un nuevo presidente en Venezuela y que en poco tiempo se abrirían las puertas del país para que todos los venezolanos que quieren volver, puedan hacerlo sin ningún temor y que estas bandas puedan también volver a regalarle conciertos a todos los venezolanos en su propio país, activar la economía con muchos conciertos, y que también vuelvan muchos artistas internacionales que tienen, de una forma u otra, prohibida la entrada al país para llevar sus shows a los venezolanos. Esperemos muy pronto tener buenas noticias de una caida del regimen y al fin tener una Venezuela libre donde pronto todos nos podamos volver a encontrar.


Nota por: Luis Graterol

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